Por: Víctor De Lucio
@Elipsigrafo
“The love that lasts the longest is the love that is never returned.”
(“El único amor que perdura, es el no correspondido”)
William Somerset Maugham
Termina la película de The Avengers (Whedon, 2012), y observamos con atención la pantalla, en espera de la ya acostumbrada escena adicional, donde se arroje una pista de la siguiente trama. El líder de los extraterrestres Chitauri, The Other, convierte su monólogo retórico en un reclamo a otro personaje que está de espaldas: “retarlos (a los Vengadores) es cortejar a la muerte”; el personaje de espaldas voltea parcialmente y muestra una mueca de satisfacción, se trata de Thanos, el titán loco.
En diversos medios comenzaron a circular comentarios sobre la identidad del personaje, algunos con una confusión genuina, otros con intención de demostrar la superioridad nerd en conocimiento chatarra (también genuina), de que se trataba de Darkseid, otro supervillano, sólo que perteneciente a la editorial DC Comics, y no de Marvel Comics. Como sea, la confusión trae algo de verdad.
Thanos fue creado por Jim Starlin, según él, mientras realizaba su servicio militar y retomando elementos aprendidos en su clase de psicología. Recordemos que los psicoanalistas manejan conceptos como eros y tánatos basados en la mitología griega, en ésta, Tánato o Tánatos es un genio alado que personifica a la muerte, unas veces hermanado a Hipnos (el Sueño), y otras veces como hijo del Tártaro.
La otra inspiración de Starlin fue el trabajo que realizó Jack Kirby en la serie New Gods para DC, y a la cual pertenece Darkseid, el poseedor del secreto de la antimateria y los rayos omega.
Tiempo después de crear a Thanos, Starlin buscaría aclarar que el personaje que deseaba lograr realmente se había inspirado en Metron (también de los New Gods), un viajero intergaláctico dedicado a observar diferentes sistemas planetarios, con más atributos intelectuales que físicos; Starlin también buscaría esclarecer que la idea de hacer a su personaje más “musculoso” tuvo que ver con una recomendación de su editor (Roy Thomas, el bárbaro); como sea, el resultado fue Thanos, que aparece por primera vez en una historia de Iron Man en febrero de 1973 (fecha de portada).
Thanos pertenece a una raza llamada Eternals, con atributos sobrehumanos, que habrían sido creados por otra raza cósmica llamada Celestials. Nace en una colonia radicada en la luna Titán, de Saturno, y con un desorden genético, que le da un aspecto monstruoso, en comparación a la apariencia perfecta de los otros Eternals, lo cual facilita su aislamiento, así como el resentimiento a su comunidad.
En la historia original sobre su origen, Thanos a sus ocho años conoce a la muerte cuando mata “experimentalmente” a un gato. Recordemos que el gato es una criatura que ha representado el paso del mundo conocido a los infiernos, a otras dimensiones; animal vinculado con la divinidad o con los demonios, con lo misterioso; posiblemente Starlin y los diferentes autores por los que ha pasado Thanos releyeron “El gato negro” (Poe, 1843), donde el animal es llamado Plutón, sobrenombre de Hades, dios de regiones subterráneas y señor de los muertos; el tema del cuento son las acciones perversas, viles, la locura y muerte.
El momento en que Thanos mata a dicho gato, es cuando inicia su obsesión e interés romántico con La Muerte, la cual, en la trama, se encarna como un personaje. Y entonces comienza lo bueno, pues Thanos convierte toda y cada una de sus acciones a una sola causa, cortejar a La Muerte, sin importar la destrucción y la miseria que cause a su paso.
Para perfeccionarse a sí mismo, se dedica a estudiar misticismos y artes oscuras, al mismo tiempo que enfrenta el rechazo de su sociedad y el exilio. Dedicó siglos a reclutar un ejército, aprendiendo de otras culturas y sus tecnologías, al grado de modificar su cuerpo genéticamente, y adquiriendo poderes en cada proceso y tiempo estudiado.
Eventualmente Thanos regresa para destruir a los habitantes de Titan, iniciando así su campaña por conquistar el cosmos, durante la cual llega a conocer los poderes de los Cosmic Cubes, con los cuales se puede alterar la realidad. Uno de estos artefactos cúbicos es encontrado en la Tierra, a la cual Thanos quiere destruir, tan sólo para darle un regalo a su enamorada.
En otra de sus aventuras, Thanos realiza una expedición para obtener el poder de las seis Infinity Gems, con las cuales destruir una estrella tras otra, acabando con diferentes sistemas planetarios, aniquilando a millones, sólo para ganar los favores de La Muerte quien, es importante decir, lo rechaza y lo hiere con su desdén una y otra vez, ocasionando en Thanos una ciega y furiosa obsesión sin límites.
Como muchos personajes en los comics, Thanos ha sido muerto y vuelto a la vida; ha desistido de su búsqueda y ha regresado a ella con más más bríos. Recientemente tuvo una de sus mejores aventuras, llamada “The Thanos Imperative” (Abnnet y Lanning, 2011), donde “el titán loco” es reclutado por una alianza de razas intergalácticas para detener la invasión de un universo paralelo denominado Cancerverse, en el cual no existe la muerte y que por lo tanto tiene una especie de “desorden poblacional y energético” por el cual requieren expandirse y conquistar otros universos.
Thanos ha tenido apariciones breves en las escenas post-créditos de las películas The Avengers, Agengers Age of Ultron y dentro de la trama de Guardians of the Galaxy. Ahora está más que confirmado que él tiene un papel fundamental en la próxima Avengers: Infinity War. Aún con las modificaciones que se le hayan hecho al personaje para su adaptación al cine, creo que no soy el único que desea ver ¡ya!, el choque de titanes, y enterarme de cómo es que el equipo creativo hizo para (re)presentar a una figura tan compleja y al mismo tiempo recuperar la continuidad cinematográfica de 10 años.
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