Tras 20 años de obsesivos intentos, el proyecto fílmico del Quijote de Terry Gilliam, si antes no ocurre un desastre como impedimento, podrá ver por fin la luz de las salas.
Protagonizada por Jonathan Pryce como Don Quijote, y Adam Driver, “El hombre que mató a Don Quijote” (The Man Who Killed Don Quixote), como se le ha bautizado, podría ser estrenada, nada menos, que en el marco del 71 Festival de Cannes, que tendrá lugar del 8 al 19 de mayo.
Mientras eso se confirma, ha causado gran revuelo la publicación de un primer fotograma de la película, la cual representa el tercer intento del cineasta autor de “Brasil” y “12 Monos”.
En 1998, Gilliam, ex-Monty Python, en un primer intento, se propuso hacer, desde entonces, un film basado libremente en la novela Don Quijote de Miguel de Cervantes, y arrancó la producción con Johnny Depp y Jean Rochefort.
No obstante, según se puede ver en el documental “Lost in La Mancha”, el proyecto se frustró por inundaciones repentinas y lesiones de Rochefort.
Gilliam, como el propio Don Quijote ante los molinos de viento, no se dejó vencer e intentó, de nuevo, concretar su proyecto, pero ahora con Jack O’Connell y John Hurt en 2008; pero la producción se detuvo luego de que Hurt fue diagnosticado con cáncer.
El cineasta estadounidense ha pasado tanto tiempo tratando de hacer esta película que el proyecto se ha convertido en un mito.
En 2016, comenzó, por tercera vez, la producción de Don Quijote pero con Adam Driver y Michael Palin, compañero de Gilliam en Monty Python, quien, poco después, tuvo que ser reemplazado Jonathan Pryce.
El rodaje, que desde entonces se desarrolló sin contratiempos, concluyó en junio del año pasado. Una vez que finalice la postproducción, la película se entregará a Amazon Studios para su distribución.
¿De qué va?
El film cuenta la historia de un anciano iluso que está convencido de que es Don Quijote, y que confunde a Toby, un ejecutivo publicitario, con su fiel escudero, Sancho Panza.
Los dos se embarcan en un viaje extraño, saltando de un lado a otro en el tiempo entre el siglo XXI y el mágico del siglo XVII. Poco a poco, como el infame caballero, Toby se ve consumido por el mundo ilusorio e incapaz de determinar sus sueños a partir de la realidad
La historia culmina en un final fantasmagórico y emotivo donde Toby toma el manto de Don Quijote de la Mancha. (EG)
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