¿Dónde vivimos, en una nueva Edad Media?, se cuestiona el cineasta austríaco Michael Haneke, dos veces ganador de la Palma de Oro en Cannes, quien considera que el movimiento #Metoo de denuncia de abusos sexuales se ha convertido en una «cacería de brujas» que genera un nuevo «puritanismo» que daña la creación.
“Lo que me molesta del debate actual es la mezquindad totalmente irreflexiva, la ira ciega que no se basa en hechos y perjudica destruye las vidas de las personas cuyo crimen no ha sido probado en muchos casos. Las personas simplemente son asesinadas mediáticamente, arruinando vidas y carreras.”
En en entrevista al diario austriaco Kurier, el cineasta señala que le preocupa “este nuevo puritanismo, impregnado de odio hacia los hombres, que nos llega en la estela del movimiento #Metoo.
Asevera que como artista, empieza a estar confrontado con el miedo ante esta cruzada contra cualquier forma de erotismo.
“’El imperio de los sentidos’ de Oshima, una de las películas más profundas sobre la sexualidad, no podría filmarse hoy”, pone como ejemplo.
«Desde luego, cualquier forma de violación o abuso sexual debe ser sancionado. Pero esta histeria y las condenas sin proceso a las que asistimos hoy me parecen repugnantes», agrega.
Para el director de «La cinta blanca» (Palma de Oro, 2009) y de «Amor» (Palma de Oro y un Óscar en 2012), que no ha sido objeto de ninguna acusación, «cada ‘shitstorm’ (aluvión de críticas) que generan estas ‘revelaciones’ incluso en los foros internet de diarios serios envenena el clima en el seno de la sociedad».
En realidad, en lo referente al acoso sexual, este ambiente de «cacería de brujas» «hace cada vez más difícil» un debate «sobre este tema tan importante».
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