La instalación de realidad virtual Carne y Arena (Virtualmente presente, físicamente invisible), del cineasta mexicano Alejandro G. Iñárritu, podrá apreciarse en El Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, a partir del lunes 18 de septiembre.
En este proyecto, que se ha presentado en la selección oficial del Festival de Cannes, en el Museo LACMA de la Ciudad de Los Ángeles y en la Fundación Prada, de Milán, plantea una experiencia sensorial inédita.
En mancuerna con el fotógrafo Emmanuel Lubezki, Iñárritu echa mano de la tecnología de Mary Parent Entertainment, ILMxLAB de Lucasfilm, Fondazione Prada y Emerson Collective, con lo cual busca borrar la frontera entre los personajes y el espectador que se enfrenta a la vivencia de los migrantes mexicanos y centroamericanos en su intento por cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
En la ceremonia de inauguración, Alejandro G. Iñárritu expresó su agradecimiento al Gobierno de la Ciudad de México y a la Universidad Nacional Autónoma de México por su interés y el apoyo incondicional que le otorgaron en la realización del proyecto Carne y Arena para la capital.
«Quiero decirles que me siento abrazado y mucho más emocionado que con un (premio) Óscar; éste es el premio mayor que un mexicano puede tener», dijo.
Ante la decisión del gobierno de Estados Unidos de cancelar el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), el cineasta mexicano consideró “una coincidencia desafortunada” la llegada de Carne y Arena al país, que invita a los capitalinos a acercarse a esta realidad tan lejana que a veces tienen con la frontera norte.
Alejandro G. Iñárritu destacó la respuesta positiva que ha tenido la instalación en el ámbito internacional y adelantó que ya trabaja en la posibilidad de que Carne y Arena llegue a la ciudad de Washington, D.C., donde puede cambiar la opinión de muchos legisladores.
De acuerdo con el cineasta, el proyecto Carne y Arena surgió hace cuatro años, “casi cinco”, mucho antes de que las condiciones de los migrantes mexicanos se agravaran con la administración del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Nunca lo concebí como un proyecto político ni subordinado a una propaganda política; surgió como un intento de explorar una condición humana a través de una obra artística que hablara sobre una realidad y una crisis humana a nivel mundial, no solamente geográfica o nacionalista», aseguró.
Sin embargo, dijo considerarse un inmigrante más. “Yo he estado fuera de mi país más de 16 años y al vivir en Los Ángeles es difícil mantenerte ajeno a la realidad de esas cinco millones de personas alrededor que viven en una condición de anonimato, en las sombras e invisibilidad”, expresó.
El director de películas como Amores perros, Babel, The Revenant, Birdman y Biutiful explicó que Carne y Arena está inspirada en historias verdaderas que documentó al entrevistar a inmigrantes, en un intento por romper con la dictadura del encuadre bidimensional del cine y experimentar con la tecnología de realidad virtual, “un nuevo medio con capacidades infinitas”.
Respecto del proceso creativo de la instalación que utiliza tecnología de punta, el cuatro veces ganador del premio de la Academia detalló que pueden considerarse tres actos: el primero físico, donde se encuentran zapatos que pertenecieron a inmigrantes; el segundo virtual, donde el espectador se convierte en una persona más que intenta cruzar la frontera, y el tercero intelectual, en el que se conocen testimonios reales.
La dinámica se limita a una persona a la vez, ya que el participante en solitario tiene la libertad de moverse físicamente dentro de un espacio de alrededor de 200 metros cuadrados donde puede observar la acción desde diferentes perspectivas.
“Una de las cosas que creo funcionan en este medio es la combinación de la sensorialidad, la fisicalidad y la virtualidad, que por sí sola no es suficiente. Para mí era muy importante introducir la realidad de estas personas a través de un solo objeto temático”, dijo refiriéndose a este vínculo que existe en la instalación entre los zapatos abandonados y el caminar descalzo por la arena.
Carne y Arena no es un trabajo apto para todo el público, pues debido a que la experiencia puede resultar perturbadora, está prohibido el ingreso a menores de 15 años. No está recomendada para personas con claustrofobia, afecciones cardiacas, antecedentes de convulsiones, epilepsia o sensibilidad a las luces intermitentes.
Los visitantes tendrán que dejar sus bolsos, mochilas y dispositivos electrónicos en el guardarropa antes de entrar a la instalación. Está prohibido tomar fotografías u otra documentación del trabajo por cualquier vía.
Debido a la complejidad tecnológica de la instalación, es posible que se requiera algún tipo de mantenimiento inesperado que pueda ocasionar retraso en la atención a los visitantes o incluso la cancelación de la visita. Si no es posible reagendar, se hará el reembolso correspondiente al costo del boleto.
Para adquisición y políticas de boletaje de Carne y Arena consultar el sitio web http://www.carneyarenatlatelolco.com.
Deja una respuesta