El drama de la inmigración en sus complejas y vastas proporciones desembarcó hoy en la Muestra de Cine de Venecia con el documental “Human flood” («Marea humana»), del artista disidente chino Ai Weiwei.
El filme, presentado en la principal sección de concurso de la «Mostra», es el resultado de un viaje a través de 23 países, entre ellos Afganistán, Alemania, Bangladesh, Francia, Irak, Israel, Italia, Kenia, México y Turquía, los “focos calientes” de un fenómeno que involucra a 65 millones de personas.
Weiwei dedica su obra a esa “marea humana” obligada a abandonar sus casas para escapar de hambrunas, crisis económicas, cambios climáticos, desempleo o guerras, en el que es considerado el mayor desplazamiento humano desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
“’Human flood’ es un recorrido personal, un intento de comprender las condiciones de la humanidad de nuestros días”, declaró Weiwei durante la presentación de la cinta a la prensa.
El artista residente en Berlín realizó cientos de entrevistas a los propios inmigrantes y expertos en el que –dijo- fue un intento de abordar el problema en su complejidad global.
El documental inicia en la isla griega de Lesbos, donde Weiwei estuvo en diciembre de 2015 para ver de cerca la llegada de migrantes a las costas europeas.
“Todos los días vemos y leemos noticias sobre la tragedia. Al final todas las noticias son iguales. Nuestro documental es diferente, busca dar a la crisis de refugiados un contexto más histórico y hablar de humanidad y vida cotidiana”, agregó.
Para lograr ello, Weiwei y su “troupe” viajaron por el mundo, visitaron ciudades y pueblos en ruinas por la guerra, campos de refugiados, puertos y pasos fronterizos.
De Jordania a Berlín, pasando por Turquía, Italia, Bangladesh, Irak, Afganistán o África subsahariana hasta llegar a la frontera entre México y Estados Unidos para filmar a lo largo del muro que ya existe y el presidente Donald Trump quiere ampliar .
De esas incursiones el equipo reunió casi mil horas de material que quedaron resumidas en los 140 minutos de duración del largometraje.
Se trata de panorámicas humanas vistas desde todos los ángulos (gracias a la ayuda de drones) insertadas en contextos de dolor y desesperación.
“He buscado casi desesperadamente lanzar un grito y hacerme oir para decir al mundo: miren lo que está pasando”, dijo el artista conocido por sus videoinstalaciones, proyectos arquitectónicos y por su activismo civil.
Explicó que el filme fue realizado con la profunda cionvicción del valor de los derechos humanos.
“En estos tiempos de incertidumbre necesitamos mayor tolerancia, compasión y confianza poque la humanidad es una sola”, sentenció y consideró que una solución al problema deberá venir de la paticipación “de todos” y no solamente de iniciativas desde lo alto de los gobiernos.
El documental es una producción alemana que compite por el León de Oro en la muestra veneciana. (NTX)
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